Guardián de la yerba mate

40 años protegiendo nuestro yerbal

Nuestra historia se remonta a décadas atrás. A la hora de limpiar el terreno para la plantación de nuestro yerbal, un solo ejemplar de Lapacho Rosa resistió en el terreno del establecimiento San Nicolás a ser derribado por una topadora que hacía el trabajo de limpieza. Allí quedó, sólo entre cientos de plantas de yerba mate.

Poco sabríamos que años después, la resistencia de aquel árbol daría nombre a nuestra propia marca de yerba.

Nuestra marca es un recordatorio de que la perseverancia y el espíritu emprendedor pueden superar cualquier obstáculo.